“Imperativo acrásico - 2016”

Libertad íntegra, ese tan ansiado paradigma de felicidad al cual por más que se boga nunca se llega. Es y permanecerá siendo sin duda una panacea con escasa probabilidad de alcance. La libertad será siempre algo relativo y limitado, pues si bien cuando el ser humano eligió por interés y su propia supervivencia la convivencia dentro de un entorno social, aprendió que a fin de obtener dicho beneficio habría de renunciar a una parte de su independencia. Esto implicaría la adquisición de ciertas conductas, disciplinas, actuaciones y requisitos que sí..., facilitarían el cumplimiento de esa actividad en grupo, pero que le convertirían en un individuo supeditado a llevar a cabo actuaciones y tomar decisiones que van en contra de sus principios, lo que se denomina "acrasía". Esto explicaría parte de la constante sensación de insatisfacción e inconformismo establecidos en su conducta.

"El confuso escenario colectivo de desmedidas urbes y su enmarañada complejidad eleva el cautiverio y supone una amenaza a la libre capacidad de pensamiento y movimiento de la persona”

“De lo visceral, su condición y su exculpación - 2016”

Elemento con una anatomía tan compleja a la vez de armónica como lo es el ser humano, no difiere en realidad en gran medida del resto de los mamíferos del planeta. Un conjunto de vísceras, músculos, cartílagos y huesos perfectamente engranados que le han permitido realizar actividades compatibles con la vida y le han facultado para que otros órganos superiores desarrollen funciones complejas en las que sí muestra una evidente diferenciación con respecto al resto de primates. Seguramente la inferioridad física humana en comparación al resto de los mamíferos superiores, es lo que ha propiciado que su cerebro haya tenido que evolucionar tan rápidamente como lo ha hecho para lograr la subsistencia, era una necesidad imperiosa, bien optar por el desarrollo cognitivo acelerado ó la extinción. De ello se deduce que para el hombre no existía alternativa alguna posible, ó agudizaba el ingenio, ampliaba su capacidad de memoria, de interrelacionar elementos y situaciones y establecer un rápido análisis entre causa-efecto ó no hubiera podido glosar su historia. Alcanzado éste alto nivel de desarrollo, sus vísceras no hacen sino más que rebajar su autocomplacencia, pues su debilidad le reubica y recuerda la condición de mortal, atenuando la magnificencia al que de vez en cuando le emplaza su ego.

"El elevado nivel de consciencia adquirido por el ser humano le faculta para entender la mecánica y la fragilidad de su corporeidad. Con todo ello no ha cesado en la tarea para comprender el modo en el que ha de actuar para que desde su interior y su exterior lograr restablecer su equilibrio."

“Tarde quizás sea para rememorar - 2016”

Tan sólo cuando el desastre y la calamidad tiñen los pañuelos empapados de lágrimas con un baño de sangre, cuando las deflagraciones suicidas esparcen restos de las vísceras de miles de inocentes que inconscientemente sin comerlo ni beberlo sufren el descarnado atropello de la egoísta y ambiciosa ofuscación de crueles tiranos e insensibles ideólogos totalmente absortos en su enorme equivocación, que aún así se permiten constituir ejércitos de almas desamparadas ignotas perdidas en la soledad de su indefensión e incomprensión bajo las que encuentran un falso apego, es cuando por desgracia se le dedica el necesario y suficiente tiempo a la reflexión, acabando por admitir el grave error de haber tolerado tanto abuso. Nos autojuzgamos, que no autoculpamos, acerca de aquello que jamás debió de ocurrir pero que por desgracia resulta excesivamente habitual. ¿Cuántas veces habremos de plagar los campos de cuerpos inertes? ¿Con cuantas piedras será necesario darnos de topetazo para entender que nada es justificable por la fuerza? ¿Por qué damos por asumido que el dolor y el sufrimiento son necesarios para dotarnos de una mejor vida? ¿Con cuantos cementerios habremos de adornar nuestras ciudades para rememorar a todos aquellos que han perecido vanamente? ¿Acaso no existió mejor gloria y ventura para los que sucumbieron en esas inútiles luchas que el hecho de haberlos permitido perdurar en vida? ¿Por qué nos hemos acostumbrado a que las flores suplanten la memoria de las almas?

Una gran parte del terreno ocupado por la civilización de uno u otro modo ha estado bañado en sangre. Desgraciadamente cada vez que uno ó cientos de manojos de flores yacen en el punto de recuerdo de un malogrado suceso, lo único que se nos ocurre es añadir una fecha a la historia en memoria al fracaso del espíritu conciliador humano.

“Atomización - 2016”

El aprendizaje al igual que la experimentación proporcionan la dulce recompensa del avance y la mejora en muchos de nuestros aspectos cotidianos, pero igualmente acarrea como contrapunto el coste añadido del error y la equivocación. De los numerosos y grandes proyectos que se han llevado a cabo con motivo de la puesta en marcha de la carrera por la conquista espacial llevada a cabo entre las grandes potencias mundiales, algunos han derivado en terribles finales y con desagradables consecuencias. Eso sí, además nunca las victorias obtenidas resultan completas sino meramente parciales, puesto que desde cada pequeña o gran colina que se alcanza, se vislumbra un nuevo horizonte que se empeña en hacernos ver la nimiez que resulta el gran paso que ha supuesto el logro de lo conseguido.

"Estrépitas las consecuencias resultantes de una explosión, cuyo desenlace resultante expira con la desintegración de los elementos que la componen a meras partículas microscópicas"

“Te regalo una mentira - 2016”

La mentira es un modo de negociación, de autopromoción y camino para lograr objetivos. Se adula y se gana la estima de los que nos rodean con mayores o menores falacias y preferimos vivir con el engaño antes de reconocer la realidad cuando ésta no resulta agradable. El embuste es perdonable si merma nuestro pesar ó alivia nuestra angustia. Preferimos vivir de la mentira para no reconocer ó eludir el fracaso y creamos ilusiones que son el conjunto de pequeñas falsedades que nos trasladan a artificiales entornos de ensueño sobre los que elevamos mundos quiméricos en los que recrear nuestras fantasías. Festividades y conmemoraciones trastocadas son el ejercicio de engaños en lo que nos apetece participar a nosotros y nuestros congéneres para alegrar nuestra rutina. La mentira se ha convertido en propulsor de ilusiones.

“Objetos que se convierten en pequeños cómplices, golosinas para obtener méritos ó simplemente modos de adulación y de celebración "