Location: Colombia
Nací en Zipaquirá Colombia en 1954. Estudié Bellas Artes en la Universidad Nacional de Colombia. Resido en Barcelona España
Esta serie la inicié desde el año 2008 viendo las expresiones grafiteras en los muros del Centro Histórico y no poder identificar a los artistas callejeros de mi ciudad y que coincidía con las manifestaciones de protesta a favor de la libertad de expresión y la falta de comunicación efectiva entre el ciudadano de “a pie” y las autoridades gubernamentales de la capital y el Estado colombiano.
Los grafiti eran textos que poco a poco dejaron de ser el nombre de quien lo hacía, otros pintaron sobre ellos, pegaron dibujos previamente hechos en un taller, pintaron con aerosoles sobre mascarillas recortadas y que con el clima variable, el deterioro de la pintura de la pared y avisos clasificados puestos encima, fueron tomando una dirección escenográfica y plástica mucho más radiante.
Con el clima como coadyuvante del deterioro paulatino y la búsqueda incesante de nuevas formas artísticas logré recaudar un nuevo bestiario simbólico, formas humanas, retratos desdibujados y formas agitadas en decaimiento progresivo, las cuales ayudé a exaltar rasgando parte de un aviso, interviniendo con una pincelada más de color y tomando el registro fotográfico para imprimirlo y trabajar con acrílicos y tintas a la espera de sorprendentes resultados plásticos.
La lucha constante por tratar de “hablar”, “decir algo”, “comunicar algo” desde el arte
exige nuevas formas de expresión que normalmente van ligadas a trasgresiones emotivas y críticas.
La Obra aquí realizada, está trabajada en acrílicos sobre tela y técnicas mixtas sobre papel.
No sugiere nada, solo intenta tocar las emociones que se producen desde dos ángulos diferentes: La pobre comunicación en las ciudades donde la desigualdad social es soberana y el progresivo aniquilamiento de la vida y las cosas “todo tiene un ciclo con un comienzo y un final”, en estos trabajos vemos casi el final que al mismo tiempo es el principio de algo nuevo y edificante.
WILLIE HOSTOS
Sobre un escenario Apocalíptico, éste exótico pájaro se posa sobre la parte más alta de la montaña que se degrada (como el ciclo final de todo lo creado por la naturaleza y por el hombre). Trae un mensaje en su cabeza coronada por un arco dorado.
En la mitología indígena de los pueblos americanos, se deduce que las aves son las mensajeras de los dioses a sus pueblos. Por ello los Caciques las ponen en sus penachos sobre sus cabezas. Esta Ave Sagrada, coronada por un halo dorado, presagia el fin de la corrupción humana y al mismo tiempo el comienzo de un nuevo ciclo.
Técnica Mixta: Pintura y Collage sobre muro. Fotografía y proceso digital. Impresión sobre papel y terminado con acrílico y tintas. Fijado con barniz Dammar.