Location: Argentina
Profesora Nacional egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Counselor egresada de Holos – Instituto Oficial de Counseling.
De amplia trayectoria y reconocimiento internacional, la obra de la escultora argentina Lucy Mattos trasciende en la figura de la mujer desde un lugar simbólico y de fortaleza al mismo tiempo.
Sus obras van desde la escultura monumental hasta la joyería artística.
Entre otros materiales utiliza bronce, metales blancos, madera, piedra, mármol y, en la década del ochenta crea la técnica poliéster – intraluz, la cual permite que la luz provenga del interior de las obras, rompiendo con el paradigma de la escultura tradicional que debe ser iluminada externamente.
En sus esculturas hay una fuerza originaria que se percibe en cada obra: la esencia de la Madre Tierra. El interés por las problemáticas sociales y la preocupación por el medio ambiente se reflejan en sus obras.
Primera escultora argentina que crea su propio museo. Inaugurado en 2012, el espacio ubicado en San Isidro exhibe sus obras de forma permanente. Así también, se organizan exposiciones temporales con artistas invitados, tareas de difusión, docencia e integración del público.
Otras obras suyas se encuentran alrededor del mundo en museos y colecciones privadas de Brasil, México, Panamá, Estados Unidos, Alemania, España, Francia, Italia, Israel, Japón y Corea del Sur.
La obra de Lucy Mattos se reúne alrededor de diversos temas entre los cuales predomina la búsqueda y la experimentación -que se observa en las técnicas, los materiales, las texturas- centradas fundamentalmente en la figura de la mujer desde un lugar simbólico. De esta manera, reinan las líneas curvas, las figuras etéreas y las concavidades que despliegan un mundo interior sumamente rico.
En sus esculturas hay una fuerza originaria que se percibe en cada obra: la esencia de la madre tierra. Es esa fuerza con la que trabaja el material para desafiar el centro. Hojas, telas, tules, encajes y luz son el fluir sanguíneo de estas piezas que despliegan vida. Entre la esencia de la naturaleza y de la mujer se halla el mundo de Lucy Mattos, en la comunión del origen y la actualidad.
Inspirada en la poesía de Alfonsina Storni, “Tú me quieres blanca”, realizada en 1990 en resina poliéster pintada, se ha convertido en la imagen del Museo Lucy Mattos. Una obra de gran fuerza que pone de manifiesto ciertos requisitos del hombre hacia la mujer, hacia el año 1918. Lucy Mattos admira la poética de la autora argentina y su decisión de ser madre soltera en una época en la que la sociedad machista acusaba a las mujeres que defendían su libertad para ser madres en contra de los prejuicios sociales.
Obra realizada en 1997, surgió luego de un viaje que Lucy Mattos realizó a la capital de Holanda. Allí, no sólo vio una de las mayores exposiciones de Salvador Dalí realizadas en Europa, si no que recorrió el llamado “Barrio Rojo”, el cual existe desde el año 1200. Lo que más llamó su atención fue la forma en que las mujeres se ofrecían como mercancía desde vitrinas o ventanas, práctica surgida en el siglo XVII.
Al volver a su taller, decidió fusionar la experiencia vivida en Ámsterdam con la obra de Dalí, “Muchacha en la ventana” y llevarla a la escultura. En la obra, el artista español representa a su hermana, Ana María, a la edad de diecisiete años, asomada a la ventana de la casa de vacaciones que la familia poseía a orillas del mar en Cadaqués, hoy convertida en museo.
Es una obra que invita al análisis y la reflexión.
Realizada en 2005 en bronce, es la obra culmine de una serie titulada “El beso”. Esta serie que comienza con la obra “Sin diálogo”, denota el transcurrir de una relación amorosa, que inicia con la indiferencia para mutar hacia un entendimiento total, donde los amantes se convierten en uno solo. Logra en esta obra transmitir la pasión que une a dos personas en el abrazo y el beso como máxima expresión del amor que se puede sentir entre los dos amantes con exquisita belleza.
Frente a la opresión, la humillación y la violencia, las mujeres dicen “¡Basta!”. Basta de la falta de reconocimiento de sus derechos, de ser subestimadas. Las mujeres han llegado a un momento en el cual reconocen su valor y su fortaleza. El 2016, año de realización de la obra en bronce patinado, ha creado un instante donde la mujer debe reivindicar su rol en la sociedad y a partir de ahí construir una nueva realidad, basada en el respeto mutuo y la expresión sensible. Es una manifestación de “no” a la violencia de género, acompañando a otras mujeres en su reclamo de la problemática mundial, en el comienzo del siglo XXI.
Instalación realizada en 2017
Obra realizada en 1990 con la novedosa técnica creada por la artista: luz-intraluz-neón. En ella, la fuerza de la madre tierra se hace evidente, toma la energía desde las raíces y se eleva, elegante y poderosa, frente al mundo. Una “Mujer árbol”, llena de fortaleza y bien arraigada al suelo que le permitirá desplegar todo su potencial.
Resina poliéster, encaje y leds. 2017